sábado, 11 de mayo de 2013

ESPECIAL de Memoria Bullanguera: "De lágrimas y canto". Homenaje a Walter Zagal.

Escrito por Alberto Nónimo(1)

"Quién deja todo por su ideales nunca muere". Esa es la consigna que marca la vida de Walter Zagal, hincha acérrimo de Universidad de Chile y fundador de Los de Abajo. Como cuenta su propio padre, el gran Adrían "Tata" Zagal: "Fue él quién nos llevó a todas partes, cuando el equipo jugó la Copa Libertadores. Y muchas veces ocultó los golpes porque sabía que su madre no le permitiría seguir en el grupo". El mítico lienzo "Los de Abajo. Acoplados Walter" es la primera herencia material que éste gran hincha nos dejó. Éste artículo es para él.



Pero, ¿Qué le ocurrió a Walter? Para el partido de la gloriosa Universidad de Chile, frente a Barcelona de Guayaquil llevado a cabo el día 22 de mayo de 1996 (con un empate en Ecuador y un triunfo 2-0 de local), los Bullangueros que fueron a alentar al equipo de sus amores fueron brutalmente golpeados por los hinchas del equipo rival, en especial Walter. Él mismo señala que "No recuerdo mucho cómo caí, porque sólo recuperé el conocimiento cuando unos amigos me llevaron fuera del estadio". Éste sría el comienzo de un agónico año de problemas. 

Luego, después de ese glorioso paso a semifinales de Copa Libertadores (la segunda en la historia de la "U"), Walter fue a Buenos Aires para alentar al león contra River Plate, donde aquel partido sería recordado por la paliza que las fuerzas especiales trasandinas le dieron a los azules que fielmente viajaron para ver al Bulla. Esa vez Walter salió ileso.

Cuando vuele de Buenos Aires, Walter sufre un ataque de epilepsia, siendo internado de urgencia en el hospital J.J. Aguirre. El diagnóstico es contundente: un tumor se aloja en la cabeza y es necesario operarlo en varias ocasiones; en base a esto, junto a políticos como Alberto Espina (!) se le pagó un viaje a Estados Unidos para poder hacerse un tratamiento y poder salir adelante. Lamentablemente, el 12 de mayo de 1997, Walter nos deja a todos. Es cremado y sus restos fueron esparcidos en la galería sur del Estadio Nacional, donde hasta ahora seguimos alentado al león. Segunda herencia material de éste hincha: su propio cuerpo ccomo ofrenda a su equipo.




En esta ocasión, le hacemos un pequeño homenaje a Walter, quién de seguro está alentado al león desde el lugar que sea. Probablemente muchos de nosotros - principalmente por edad - nunca pudimos verlo ni conocerlo, y es por eso que les comparto una entrevista que hizo Alejandro Cabrera, periodista del Bulla y escritor del libro llamado "Los Azules", realizada en el año 1992 y publicada en el 93', cuatro años antes de la muerte de Zagal. Si no podemos verlo en la galería, al menos podermos saber lo que habló con otras personas.

La entrevista hay que entenderla en su contexto. Está producida en 1992, cuando a la Universidad de Chile aun le faltaban algunos años para triunfar en la primera división chilena, sin embargo es una época particularmente fructífera y "primaveral" para Los de Abajo. En ella claramente no encontraremos una visión "objetiva" de qué es la barra, sino más bien qué defiende el actuar de la misma, lo que también nos enseña un poco de cuál es la identidad que ellos proyectan hacia las personas. La lealtad al equipo sale a la luz en cada una de las palabras de Walter.

No deja de ser interesante el desmarque que se hace de los ya visitados "hooligans" y de las barras argentinas, pero a la vez cómo se relacionan con las segundas ya que, según Walter, ambas vivieron experiencias de dictadura con un alto nivel de represión, lo que puede ser una causa (¿de qué tipo?) para el nacimiento de las Barras bravas.

Otro tema, es en qué forma se hace la entrevista. En general, la sociedad chilena de a principios de los 90' es bastante "cartucha", muy conservadora y es por eso que, por muy hincha de la "U" que sea el entrevistador, es muy crítico en relación a algunas prácticas de la barra, y que muy curiosamente no son las prácticas que se reprochan en la actualidad. Es interesante ver cómo han cambiado las preocupaciones de la sociedad frente a las Barras bravas.

Pero, por sobre todo, Walter nos da una lección de qué es la Universidad de Chile, y que nunca debemos olvidar nuestros orígenes y por las canchas que hemos pasado. Un historiador famoso dice, en alguna parte, que nunca sabremos si avanzamos si no tenemos idea cuáles caminos hemos recorrido.

Sin más que decir, espero que esto sea una pequeña contribución a la memoria histórica de nuestro club, y que nunca olviden a los que han llevado los colores hasta las últimas instancias. Ciertamente, Walter es uno de ellos y han habido muchos más, pero debemos ir recordándolos paulatinamente.





(1) Este artículo fue enviado por el camarada Alberto Nónimo a través de su iniciativa propia. El resultado final que aquí se presenta después de su edición, hecha por el administrador de este blog, fue publicado con la aprobación del escritor. Muchas gracias a él por este gran aporte y ojalá sean más los que sigan reconstruyendo nuestra "otra" historia.


sábado, 4 de mayo de 2013

"El Bulla va caminando para Pedrero'...": Los de Abajo y el "superclásico" del apertura de 1995.

Hay mucha gente que recuerda el duelo que se llevó a cabo en Pedrero el día 14 de mayo de 1995. Claramente esa no fue la manifestación más violenta de la Barra brava en el estadio del Dictador, pero si puede ser considerada como una de la más simbólicas. ¿Por qué? A pesar de que la destrucción de esa ratonera afectó los lugares de siempre, hay dos cosas que caracterizaron la manifestación de Los de Abajo aquél día: la primera, mostrarle a Rogelio Delgado el descontento azul por su vil traición; y en segundo lugar, "cobrar" con lo que habían hecho las incoloras en el clausura del 94', donde sin mayores provocaciones destruyeron el lado norte del Nacional. Ahora, como veremos, al reconstruir aquel día se puede inferir que la Barra brava no tenía como principal intención romper el agujero de Pedrero, pero de que probablemente estaba en los planes, lo estaba. Ahora, haré una aclaración: esta es una reconstrucción de aquel día basada en la prensa de la época, particularmente en los diarios de mayor circulación, por lo que en el fondo se articulará un relato en base a esto. En caso de que existiese algún error: por favor díganlo.

Ese 14 de mayo todo apuntaba a un posible triunfo azul. Todo estaba dado para que el León ganara, principalmente porque llegaba como puntero invicto al hoyo de Pedreros con 13 puntos, mientras que la yanacona contaba solo con nueve. Además, la "U" venía de ser campeón del campeonato anterior, donde en el partido de vuelta de ese año el innombrable había abandonado el Nacional con una contundente derrota: 4-1, con dos goles del Matador. No sólo esto, sino que también el León ya llevaba cierta cantidad de años sin perder en el Monumental, por lo que todo apuntaba a que los azules se llevarían los tres puntos. Ese día domingo, las puertas del estadio se abrieron a las 12.00 hrs., para que a las 15.30 comenzara a rodar la pelota. Fueron 700 los carabineros que se encargaron de contener a ambas barras, que a pesar de los antecedentes por el partido anterior, llegaban tranquilamente a Pedrero, donde un par de detenciones antes del enfrentamiento alteraban en algo el plan establecido por las autoridades.

Como dijimos, el choque estaba programado para las 15.30 hrs., pero Eduardo Gamboa, árbitro del partido, lo retrasó 10 minutos debido a que los hinchas del León no sacaban los lienzos que estaban colgados en la reja. Algunos de estos tenían consignas como "CHILE 5 - CONTRERAS 0. ¡Justicia divina!", "Paraguayo traidor. Traicionaste al Bullanguero, por el vil dinero" haciendo mención a Rogelio Delgado, o también una bandera gigante con la yanacona que estaba puesta al revés, claramente como forma de burla al archirrival. Ahora, el partido fue para el olvido: el León caía 3-0, donde los contragolpes del equipo del Dictador fueron letales. Dos veces Espina y otra de Vergara finiquitarían el encuentro, que en su transcurso se mantuvo tranquilo, aunque quizás, fueron los mismos jugadores de Culo Roto los que habrían provocado a los, hasta ese momento, pacíficos hinchas azules que veían como el Bulla no podía revertir la situación futbolística.

El primer gol llegó a los 26 minutos del primer tiempo, y Espina lo grita hacia donde estaba la parcialidad azul. Probablemente, ahí comenzó todo. El tercer gol hecho por Vergara habría sido la chispa que provocó el incendio: a los 70' del partido, desde el sector sur del Monumental salta una bengala que tenía como objetivo hinchas del innombrable, provocando quemaduras en un hombre de 41 años que terminaría en la Posta Central. De ahí en adelante, solo serían enfrentamientos. Los de Abajo comienzan a destruir y prender fuego a los tablones de la tribuna Magallanes, a vista y paciencia de los mismos carabineros: es ahí donde estos actúan, ya que "Después del tercer gol de Colo Colo, los carabineros que resguardaban el sector sur debieron ingresar a las tribunas para 'calmar' los ánimos de los hinchas". Desde aquí parte el procedimiento de los antimotines, donde la finalidad era desalojar las graderías y evitar que las hinchadas rivales se encontraran afuera y dieran pie a un enfrentamiento entre ambas.

Este operativo fracasó, por lo menos parcialmente. Los de Abajo salieron del Monumental continuando los destrozos en la calle, donde habría intercambio de piedrazos con las damas de blanco, pero por poco tiempo. Esto pudo deberse a que el centro de los ataques bullangueros no sería tanto la porra rival, ya que "En las afueras del Estadio Monumental, carabineros debió utilizar carros lanzaagua y lanzagases para repeler a los numerosos hinchas que apedreaban vehículos y ocasionaban daños a la propiedad". El desahogo de los barras bravas del León se desencadeno contra carabineros, las casas, los automóviles y el estadio mismo, tanto dentro como fuera de este. Estos enfrentamientos y destrozos de Los de Abajo duraría aproximadamente una hora, para finalmente ser controlados por la fuerza pública y así normalizar el tránsito de Departamental y Vicuña Mackenna aproximadamente a las 18.40 horas. De esta forma termina el día, donde finalmente las autoridades no podrían controlar a la hinchada del León a pesar del plan que se había hecho para la ocasión, dándose actos violentos de todas formas.

El saldo del día no fue tan catastrófico como en otras ocasiones, pero de igual modo representa que con la brava no se juega: 4 millones de pesos en destrozos, que implica los tablones de la tribuna Magallanes, los baños que fueron destruidos por completo, así como también rejas que fueron arrancadas casi totalmente de su sitio o retorcidas ("vamo' a romper los baños y el alambrado..." dice la canción); finalmente serían detenidas 139 personas, por motivos de: ebriedad, desmanes y daños a la propiedad, donde 19 de estos pasaron a la justicia ordinaria al ser formalizados bajo la ley de violencia en los Estadios. A esto hay que sumar los 15 heridos que dejaron los enfrentamientos, que terminaron con uno de ellos en la Posta Central como dijimos anteriormente; y además, los daños a los autos y las casas que se encuentran en los alrededores del estadio mismo, en base al informe que hizo la Prefectura Oriente. Como vemos, los 50.000 espectadores que asistieron ese día - a pesar de que las cifras hablen de 36.000 - vieron como Los de Abajo cobraban por el clásico anterior: "Ojo por ojo..." dicen por ahí.

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