El "Pulpo" Simián. Puro amor a la camiseta

Para muchos, incluyéndome, este es el primer ídolo en la Universidad de Chile. No sólo por lo que mostró en la cancha, sino también por su entrega hacia el club y por como lo ayudó cuando fue necesario, cuando faltaba la plata que el ponía de su mismo bolsillo simplemente porque para él lo mas importante era nada mas que el León. El Pulpo, fue el primero que "murió" por esta camiseta, cuando aun no se llegaba a las dos décadas de la fundación del equipo. Esa época en que eramos un equipo mas de los que habían en el campeonato nacional, en una tiempo donde recién se estaba conformando una historia, donde no se sabía lo que se venía: épocas de gloria, de fracasos y demases. Al Pulpo Simián le tengo una estima especial: primero, porque es arquero al igual que yo; segundo, porque es de esos ídolos olvidados. Desde los 90`, dentro de los hinchas de nuestro club, existe ese quiebre de los años 80` donde poco se recuerda a la gran cantidad de personas que lo han dado todo por la "U". Claro, recordamos al Ballet por algo lógico y es porque ellos nos hicieron un grande, pero deberíamos guardar en la retina también a los que partieron desde cero, como el Pulpo, y ese equipo completo de 1940 que nos daría nuestra primera estrella, para no olvidar.

Para partir, veamos algunos datos sobre el Pulpo: nace en el año 1915, estudió Ingeniería en Minas en la Universidad de Chile y practicaba el atletismo, siendo un destacado ingeniero y con grandes cargos, llegando incluso a ser ministro de Estado. Durante su época de estudiante, el fútbol ni siquiera se veía como una posibilidad en su vida, hasta que un hecho fortuito, de esos que cambian todo, se daría para que este joven, que no tenía idea de fútbol, llegara a este deporte. Es el año 1933 cuando se hace un llamado para formar un equipo de ingeniería en la universidad. El Pulpo, a pesar de no haber jugado nunca, se siente atraído por este llamado y forma parte del grupo. Debido a su nula habilidad con los pies, se gana el puesto de arquero por su agilidad, alta estatura y manos grandes. En la cancha mostró su alto nivel, que lo harían pasar, primero, por la tercera  división de la Universidad de Chile, la segunda, y finalmente la primera, donde el Pulpo debutó frente a Ferroviaros en el año 35'. Posteriormente, en el año 1936, se crearía la Segunda División donde el León sería bicampeón, pidiendo así su acceso a la Primera División junto a la Universidad Católica.

Esto se resolvió de una manera simple: la "U" tendría que jugar un partido contra Audax Italiano para tener acceso al fútbol de honor de la época. Este partido lo perdería el León en el alargue, después de un empate que conseguiría Audax con sus incesantes ataques que el Pulpo devolvería constantemente. No le podían hacer un gol, ni siquiera después de los quince mano a mano que atajó, hasta que finalmente los "audinos" consiguieron el empate. Pero a pesar de la derrota, los veedores de la Asociación Central de Fútbol decidieron que la "U" accediera a la Primera División. Posteriormente a esto, pasarían tan sólo dos temporadas para que ese equipo azul consiguiera su primera estrella, al coronarse campeón del fútbol chileno con el Pulpo defendiendo el arco. Como vemos, el Pulpo no tenía grandes capacidades para el balón en los pies, pero si los tenía para atajarlo. Como otros datos mas anecdóticos sobre él, podemos decir que era el "Pulpo" porque no sólo atajaba con las manos, sino que también con los pies. Era reconocido, además, por ser de los primeros arqueros en Chile que salían a cortar los centros, ya que físico y agilidad, para esto, tenía de sobra, porque no tenemos que olvidar que el era un atleta reconocido en la universidad, rompiendo varios records de la época en que se desempeñaba en este deporte.

Pero en un inicio, dentro de los datos del Pulpo, mencionamos algo que es importantísimo: en la Universidad de Chile era estudiante de Ingeniería en Minas. Esto sería algo fundamental para su desarrollo en el fútbol, ya que debido a sus estudios y posterior trabajo, no podía desempeñarse al 100% como el deportista y futbolista que era. Fue en el año 1938 cuando se tituló, con su memoria llamada "Estudio del yacimiento cuprífero San José de la provincia de Atacama”. Su carrera como ingeniero fue brillante, siendo uno de los grandes aportes para Chile: entre el mismo año 38' y el 40' fue administrador de las galerias de Polpaico, para al siguiente año volver al Departamento Minas y Petroleo del Ministerio de Fomento. A partir de ahí fue enviado a los Estados Unidos para adquirir experiencia, dejando de lado ya su carrera de futbolista. Vuelve a Chile en el año 1942, donde dirige las obras para encontrar petroleo en Magallanes, logrando cumplir este desafío en el año 45'. Lamentablemente son demasiados los logros que obtuvo en la minería como para ponerlos todos aquí, ya que, obviamente, lo que más nos atrae es su desarrollo en nuestro club, pero para resumir podemos decir que logró medallas al merito, reconocimientos, altos cargos, e incluso, ser ministro de minería en el año 1964.

Para finalizar, podemos decir, también, que desde el año 38' al 40' fue seleccionado nacional de fútbol, donde defendió a Chile en el Campeonato Sudamericano que se llevó a cabo en Lima, durante el año 1939. Así como podemos decir, de igual forma, que a pesar de que el Pulpo tuvo que llevar a cuestas su vida de ingeniero y futbolista a la vez, siempre se sintió motivado y orgulloso de hacerlo. Habían veces en que no entrenaba durante la semana y solamente llegaba a jugar los partidos. Nunca dejó que le pagaran algo por ir a jugar por el León, porque sentía que era él mismo el que le debía todo al club y no el club a él. Jugaba simplemente por amor a la camiseta. No solamente jugó por la "U", también fue su presidente durante el año 1950, en esos años en que el Pulpo tenía trabajo como ingeniero por todos lados, pero daba lo mismo, lo mas importante para él era su amada Universidad de Chile. Esa que, como anécdota, defendió frente a Universidad Católica después de varios años sin vestirse de corto, en el año 1946. El arquero en esos años era Ibáñez, que cedió el puesto al Pulpo, ese Pulpo que no jugaba hace años, pero que como siempre defendió a la institución con todo lo que tenía para quedar como una leyenda, de esas de puro amor al club, de esas leyendas como las de Leonel firmando los contratos en blanco, de esas leyendas que nos deja el primer ídolo del León.